Lourdes dice que ha tolerado tantos golpes desde niña, que no le llamaría la atención recibir una tarjeta de excusa de parte de la vida.
-Quien sabe me nombran hasta reina -dice -. No me sorprendería.
Está claro que ha hecho un viraje hacia la risa. Bueno de toda bondad, aunque no haya dejado atrás sus consignas ultras. Insiste en rechazar a quienes movilizan grandes simpatías. ¿Cómo le hablo de la ironía del diseño? De la revolución habitación por habitación. Còmo trasladarla un tanto más allá, del arte que depuró la omnipotencia de los setentas. Podría citarle a Alice Munro: "A la vida nadie la gana". Decirle que los relatos de la canadiense me abren la puerta de los cielos. Hablando del firmamento. Benedicto se va. ¿Han visto ustedes el hoax que circula como viral? Menciona una orden de arresto llegada al despacho del Pontífice con fecha del 4 de febrero. Lo conminaba: "renuncia y te libras de ésta". ¿Será? Todo muy lunático. Me pregunto si habría sido lo mismo con el otro Papa, el del Pop, Warhol claro. Sus enjuages comenzaban en su tape recording y terminaban con el Sha de Irán. En cualquier caso,voy a decirle a Lourdes, ojalá que no de manera abrupta: querida, si la Providencia anda en lo suyo, no hay cómo reclamar a la vida una fineza. Un Lourdes, perdón... siga no màs.
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