Piper, querida: Pegué la oreja al adagio que te pone reloca (sic). Mi curiosidad sin embargo, me llevó más allá. Fui tras la pista de los supuestos vínculos emocionales que como oyentes nos podrían vincular al tiempo en que vivió Albinoni.
Me dejaba llevar pues, por la ilusión de un viaje sonoro al siglo XVII cuando la data, por decirlo así, rebotó. No había razón para ir al encuentro del veneciano nacido en esas fechas. Mira por qué.
La celebrada composición pertenece a Remo Giazotto y fue escrita en 1945. Cierto que lleva el título extendido que me diste: Adagio en G menor de Albinoni, pero se trata de un engaño musical. La pieza homenajea a Albinoni, razón por la que lleva su nombre. De todos maneras, un gozo.
Sintonicé con la melodía interpretada por una orquesta de cámara instalada en la Pannohalma Archeby, una basílica benedictina de la que dice un comentario en YouTube: "está ubicada en el país más culto del mundo, Hungría".
Me dejaba llevar pues, por la ilusión de un viaje sonoro al siglo XVII cuando la data, por decirlo así, rebotó. No había razón para ir al encuentro del veneciano nacido en esas fechas. Mira por qué.
La celebrada composición pertenece a Remo Giazotto y fue escrita en 1945. Cierto que lleva el título extendido que me diste: Adagio en G menor de Albinoni, pero se trata de un engaño musical. La pieza homenajea a Albinoni, razón por la que lleva su nombre. De todos maneras, un gozo.
Sintonicé con la melodía interpretada por una orquesta de cámara instalada en la Pannohalma Archeby, una basílica benedictina de la que dice un comentario en YouTube: "está ubicada en el país más culto del mundo, Hungría".
¡Vamos a Hungrìa, Piper! ¡Vamos!
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